Se trata del anuncio de que ahora el nuevo vehículo eléctrico de Ford será fabricado en México y no en Estados Unidos, como parecía lógico que sucediera. Según ha informado un ejecutivo de la firma, se creará una la línea de montaje para autos eléctricos en la sede de Cuautitlán, Estado de México, e iniciará estas operaciones en 2020.
Al parecer, ahora la apuesta será la planta de Detroit, que estaría dedicada a la manufactura de autos autónomos, para lo cual se ha proyectado una inversión de 900 millones de dólares. De este modo la fábrica de Flat Rock se concentraría en su labor como centro de excelencia de Ford para autos autónomos.
Según se tenía planeado, Ford instalaría una nueva planta de producción en nuestro país, pero la tensión política generada por el presidente estadounidense ha retrasado el proyecto, una vez que las discrepancias sobre los términos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte sean resuletas, la firma podría concretar tal decisión.